Pablo Íñiguez: "Un futbolista nunca debe dejar de trabajar aunque sea para sí mismo"

Hoy tenemos el gusto de contar en Nuestra Segunda B con el joven futbolista y capitán del Atlético Levante, Pablo Íñiguez. El zaguero valenciano comenzó desde muy pequeño a dejar huella en el mundo del fútbol, algo que demuestra su gran trayectoria. A través de esta entrevista conoceréis cada uno de los paso que ha dado Pablo Íñiguez desde sus primeras patadas al balón hasta su debut internacional.

Pablo Íñiguez junto a un compañero portando el brazalete de capitán con el Atlético Levante


Todos los futbolistas tienen un inicio, algunos muy interesante, antes de llegar a ser profesionales. En el caso del zaguero valenciano, por pura diversión, dio sus primeros chutes en el patio del colegio. 

"Me encantaba ver el fútbol por la tele. Yo empecé a jugar al fútbol en el cole y allí me di cuenta que se me daba bien. En Puçol, Fernando Gómez Colomer creó una escuela con el nombre de El Planter, que se puso de moda y donde acudían chavales que yo conocía. Empecé con 7 años, yo estaba muy nervioso ya que era la primera vez que entraba a un sitio así y además soy muy vergonzoso. Recuerdo ese comienzo con mucho cariño, me empecé a sentir cómodo enseguida y es algo especial para mí porque es el primer sitio donde jugué", recuerda Pablo Íñiguez. 

Con solo 11 años, y con la posibilidad de haberlo hecho incluso antes, Pablo firma por el Villarreal CF tras darse cuenta que "necesitaba dar un paso más". Así nos cuenta el zaguero valenciano su llegada al conjunto groguet: "Es de las mejores decisiones que he tomado en mi vida. Con 11 años jamás me iba a imaginar que ese sería mi comienzo. Al final estuve 12 temporadas en un gran club que me ha permitido llegar a ser futbolista profesional. Siempre me acordaré de todas las experiencias vividas en el fútbol base y de grandes personas con las que he convivido. Para mí Vila-real es mi casa, les voy a estar siempre eternamente agradecido"

En su primer año como jugador juvenil, después de saltar directamente de cadete al Juvenil A, Pablo Íñiguez ya empieza a entrenar con los equipos senior del club. Primero con el filial y después con el primer equipo. 

"Yo estaba flipando. Era juvenil de primer año y ya entrenaba con Marcos Senna, Cani, Bruno Soriano, Cazorla, Borja Valero... algo increíble, no me lo creía. Te das cuenta que al final son personas normales pero que son muy buenos jugando al fútbol. Todos me trataron muy bien, me conseguí adaptar, y siempre que subía intentaba ayudar en todo. La figura que más huella me ha dejado es la de Bruno Soriano. Además de parecerme el mejor jugador con el que he estado, su trabajo, su mentalidad y su día a día son un ejemplo para cualquier jugador", señala el zaguero valenciano. 

Recién cumplidos sus 18 años, apenas unos días después, llegó el debut de Pablo con el primer equipo del Villarreal CF. Él nos cuenta mejor que nadie cómo fue ese día: "Mi debut es en Elche, un partido de Segunda División en la temporada que ascendió. El entrenador era Julio Velázquez y el equipo no se había adaptado bien a la categoría. Jugué de mediocentro, al lado de Marcos Senna, algo para mí increíble e impresionante porque desde pequeño es mi ídolo y hasta mi número favorito es el 19 por él. Jugué todo el partido contra el primero y ahí te das cuenta que puedes competir y hacerte un hueco"

El zaguero valenciano con el Villarreal CF

Pablo Íñiguez firmó su primer contrato profesional con el Villarreal CF, y su opinión acerca de ese trámite nos pareció sorprendente para un jugador de su juventud.

"Yo pienso que el tema de firmar contratos tiene que ser un modo de motivación pero no debe centrarse ahí toda la ilusión. Puede haber jugadores que se muevan por dinero y esa sea la motivación, pero para mí nunca va a ser lo primero. Juego a fútbol porque me gusta y es mi pasión desde pequeño. Cuando más vivo me siento es cuando disfruto en el campo. Para mí era un orgullo poder firmar y renovar con el Villarreal CF y yo lo veía como un premio para seguir trabajando", explica Pablo. 

Durante su estancia en el conjunto groguet, el defensa valenciano salió dos veces cedido a clubes como el Girona FC y el Rayo Vallecano. De esta manera nos cuenta cómo fue su experiencia en esos destinos: "Fueron dos cesiones importantes que me ayudaron a crecer. La salida a Girona llegó después de estar muchos meses lesionado, y en el primer equipo lo veía algo difícil. Fue complicado, tuve que recuperar todo y hasta Navidad no me reconocía como futbolista. Pablo Machín contó conmigo de central y de pivote defensivo, lo que me dio más facilidades. Esa fue la primera vez que salí de casa, fue duro pero me hizo crecer. Después de regresar a Vila-real y hacer un gran año entre filial y primer equipo, salí al Rayo Vallecano. Empecé como titular pero una lesión en el isquio me dejó tres meses tocado, estando al final sin competir hasta abril. Fue un año muy duro, y de ese año me quedo con mi resiliencia de seguir trabajando a pesar de todo"

Pablo Íñiguez termina su etapa en el Villarreal CF y su siguiente destino es el Reus Deportivo, donde firmó una de las experiencias más duras de su carrera. 

"No guardo muy buen recuerdo. Llegué con poca confianza y no estuve a mi nivel. El entrenador tenía confianza en los otros dos centrales y ese año fui de más a menos. Yo empecé con fuerza, ganas e ilusión, pero los otros dos lo jugaban todo y lo acabas pasando mal. Te ves trabajando, te ves bien, pero al final es difícil entrar. Lo que menos me gustó ese y me prometí que no iba a pasar es lo de dejarme ir, un futbolista nunca debe dejar de trabajar aunque sea para sí mismo. Esa temporada no la disfruté, me quedo solo con el vestuario", recuerda el defensa central. 

Después de terminar ese año en Reus y tras dos temporadas sin acumular muchos minutos, el zaguero valenciano quería sentirse importante. En un verano importante para él, se cruzó en su camino el Hércules CF. 

"Es un sitio donde me querían de verdad y además me hacía mucha ilusión. Las veces que fui al Rico Pérez me encantó el ambiente. Es un club que tarde o temprano volverá a Segunda porque así tiene que ser. En el Hércules CF caí de pie desde el primer momento, siempre me han apoyado mucho desde la grada y además Planagumá me dio mucha confianza. Fue una temporada espectacular, llegando incluso a la final del play-off contra la Ponferradina. Aquí salió el mejor Pablo que yo he sentido dentro de un campo de fútbol", nos cuenta Pablo Íñiguez.

Pablo Íñiguez celebrando un gol con el Hércules CF


¿Cómo puede afectar a un futbolista como tú ese parón por la pandemia?

"A mí no me sentó nada nada bien. No sé si por la pandemia o por otra cosa. Yo tenía unas molestias en la ingle y en el pubis, pero al parar esos dolores se incrementaron y no se iban. Lo pude identificar y era la misma lesión de la que ya me habían operado tiempo atrás, una hernia inguinal pero en el otro lado. Cuando pude me operé, en mayo, y cuando empecé a recuperarme notaba molestias en la rodilla. Me hice la resonancia y salió que tenía un trozo de menisco roto, lo que me obligó a volver a pasar por quirófano. Yo lo he pasado muy mal, al final estas sin fútbol, hay incertidumbre, y encima pasas dos veces por quirófano. Son experiencias que te agobian y eso me lastró de cara al inicio de esta temporada con el Hércules CF ya que apenas participo", explica Pablo.

A mitad de esta temporada y sin apenas poder participar con el Hércules CF, Pablo Íñiguez aprovecha la oportunidad de salir al Atlético Levante, de estar más cerca de casa: "Me costó mucho tomar la decisión. Llegó esta opción y me hizo ilusión. Yo soy de Valencia y eso implicaba estar cerca de mi familia, cerca de mi novia, y además es un equipo que me necesitaba más que el Hércules. Yo necesitaba volver a jugar después de recuperarme y también necesitaba a este equipo. El tema de darme el brazalete tan temprano fue decisión del míster y le estoy muy agradecido. Confía mucho en mí y eso a un jugador le da la vida"

El zaguero valenciano llega a un Atlético Levante que no se encuentra en su mejor situación a nivel de resultados. En estos momentos, el filial granota pelea por salir de los puestos de fase de permanencia y suma 13 puntos en 15 jornadas disputadas. Pablo valora así la situación y al equipo: "Este es un equipo muy joven de chavales muy respetuosos que quieren trabajar y aprender. Todos tienen mucha ilusión por salir de esta situación en la que se encuentra el equipo. Desde que llegué aquí he podido ver que el equipo va mejorando poco a poco, aunque al ser una competición tan corta no hay margen de error. Cada partido que no puntúas te lastra, pero creo que aquí nos tenemos que centrar en el proceso, en competir bien y en mejorar"

¿Se puede conseguir el objetivo de esta temporada?

"Eso no se sabe. Nadie sabe si te van a acompañar los resultados. Lo que debes hacer es trabajar bien día a día, dar todo de ti, tener ilusión, ganas de mejorar, y competir al máximo en los partidos. Hay que sacar la mejor versión siempre que entras al campo, aunque hayan días mejores y peores. Lo más importante es la actitud. Para sacar esto hay que estar tranquilos y confiar mucho en nosotros mismos, sin pensar en lo que puede o no puede ocurrir", explica Pablo Íñiguez.

Acerca de que la gente no pueda asistir a los estadios de fútbol, Pablo tiene una opinión muy clara: "Se les echa mucho de menos. Ellos le dan un plus a la competición. Ahora es todo muy raro, aunque ya es que te acostumbras después de tanto tiempo. Ojalá la gente pueda volver rápido, aunque nos vamos a tener que volver a acostumbrar (entre risas). El fútbol está hecho para la gente, al final jugamos para que ellos nos vean". 

Pablo Íñiguez, además del gran nombre que se ha creado a nivel de clubes, también ha tenido participación a nivel internacional. El defensa valenciano ha llegado a debutar con la camiseta de la Selección Española en categorías inferiores y así lo describe: "Es una de las cosas que más orgulloso me siento. Recuerdo mi primera vez, en la sub-17, que me lo dijo mi madre al recogerme del colegio. No dejaba de gritarle a mis amigos que iba a ir a la selección. Era felicidad máxima, estaba con los mejores jugadores del país. He coincidido con Saúl, Deulofeu, Raúl de Tomás, Oliver Torres, Denis Suárez... los mejores futbolistas de mi generación. Son experiencias inolvidables, pude participar en un europeo sub-19 y varios torneos, cosas que le contaré a mis hijos cuando los tenga y que siempre recordaré. Te sientes orgulloso y satisfecho de poder jugar partidos con tu selección, y que te vean"

El defensa del Atlético Levante conduciendo un balón ante la presión del jugador groguet


Desde Nuestra Segunda B también hemos querido profundizar un poco más sobre la figura de Pablo Íñiguez a nivel personal, su forma de ser, actitudes, consejos y su entorno. En primer lugar le hemos preguntado cómo se considera tanto dentro como fuera del campo: "Dentro del campo me considero un jugador tranquilo. Dentro de mi posición destaco por la manera de tratar el balón, siempre quiero que haya una buena salida y sea limpia. Sin balón soy bastante intuitivo e inteligente y con buena lectura defensiva. También intento ser muy buen compañero en el día a día. Fuera del campo me gusta estar en casa, con mi familia, mi perro y mi novia. Aunque ahora no se pueda, me gusta mucho ir al cine, hacer viajes con mis amigos y mi pareja, y el deporte en general me encanta. Nada fuera de lo normal".

¿Cómo es de importante tener el apoyo de tu entorno?

"Para un jugador joven es muy importante. Tener apoyo desde casa, notar confianza, pero sin que llegue a ser una presión. Los padres tienen que dejar a su hijo jugar tranquilo. Yo he tenido mucha suerte y lo que me han pedido siempre es esfuerzo, compañerismo y darlo todo. Nunca he tenido ninguna reprimenda. Lo que le pido ahora siempre a mi entorno es que cuando estoy mal por un partido, hablemos de lo que sea menos del partido. Me gusta la normalidad en el ambiente, que todo sea estable. Mi entorno me ha ayudado muchas veces a desconectar cuando lo necesitaba", indica Pablo Íñiguez.

¿Qué consejo le das a una persona que esté empezando ahora a jugar?

"Mi consejo principal es que lo pase bien. Muy sencillo. El que practica un deporte es porque le gusta y lo pasa bien. Es lo único que hay que hacer sin pensar en más. Si algún padre lee esta entrevista, que se quede con el mensaje de antes, hay que ayudar al chaval sin presiones y hacer que lo pase bien por favor. Y si la cosa sigue hacia adelante, hay que ser fuerte en los momentos malos. Nunca hay que dejar de confiar en uno mismo ni dejar de trabajar. Pero lo importante: QUE DISFRUTEN".

¿Crees que el fútbol puede darte algo más?

(Entre risas) "Tengo 27 años, no 37. Tengo muchísimas ganas de seguir progresando y mejorando. Soy muy ambicioso, creo que tengo mucho que recorrer y mucho por hacer. Tengo objetivos personales en mi cabeza a largo plazo. Pero bueno, ahora mismo estoy centrado en el día a día, en dar lo mejor de mí, en el Atlético Levante. A final de temporada ya veremos cuál es el siguiente paso, pero para eso ya habrá tiempo. Ahora estoy disfrutando de cada entrenamiento y partido. Eso sí, está claro que el fútbol tiene cosas que darte, y cosas que yo le tengo que dar al fútbol", concluye Pablo Íñiguez. 



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